Saturday, July 15, 2006

Un cuadro

Tenía yo unos ocho años cuando a mi papá, quien desde siempre ha poseído la peculiaridad de dibujar con el alma situada entre el índice y pulgar, se le ocurrió hacer una caricatura que era tan graciosa como una varicela a los treinta. En ella, dos grupos de personas, ataviados cada uno con ropajes diferentes, se lamentan con los rostros desencajados y cubiertos a medias por manos en forma de concha, sugiriendo que, aun perteneciendo a etnias distintas, el terrible horror que contemplan es uno solo. Recuerdo que en algunos de ellos el rastro del pincel les había delineado los músculos de la quijada en forma prominente, a punto de reventar, mientras que en otros los ojos, obscenamente abiertos, amenazaban con salir de sus órbitas como si algo o alguien los estuviese asfixiando. Hasta hoy, ese dibujo de treinta por cincuenta centímetros había quedado guardado en mi memoria. Allí, en el mismo sitio en el que se esconden el olor de mi lonchera de Hulk, los simpáticos conjuntos de chaquetilla y pantalón acampanado que usaba Steve Austin, y el sabor artificial que destilaba el Quesito Mío y que, rebelándose a la desintegración, se quedaba prendido al paladar por horas. Pero hoy, quizá por esos reveses que se le ocurren a la puta de vida de cuando en cuando, lo recordé gracias a un inesperado flashback que me llegó mientras leía casualmente la noticia de un señor de raya de lado que tomó el zócalo, y entonces me puse a temblar de miedo y aquella frase de Yorke, "I won't let this happen to my children", empezó a proyectarse por mis bocinas cerebrales como un insostenible leif motiv sonoro. Y luego, presa de la desesperación, estuve a punto de descolgar la bocina y llamarle a papá y pedirle -más bien exigirle- que, después de aclararme en dónde fue a parar aquel terrorífico cuadro sobre palestinos e israelitas, me devolviera el mundo de antes, con todos sus Quesitos Míos, sus Steve Austins y sus loncheras deslavadas.

Pero sé que no puede.

3 Comments:

Blogger Gerardo De la Garza, el biógrafo no oficial del Marqués de Topochico said...

¡¡¡Los quesitos míos!!! Esas palabras leígas en su honorabilísimo blog me causaron flashbacks múltiples de mi niñez en la colonia San Ángel Inn y eso se lo debo a ud. estimado Chuy, se le agradece harto.

Un Marqués con deja vus.

1:16 PM  
Blogger Yo said...

Ya sé que el cenro del relato no eran los quesitos mìos, sino la locura de la confrontaciòn, pero a mì tambièn me regresaron directito a Subpri A, donde me sentaba junto a Vero a esperar ansiosa al mundo.

P.D. ¿Oye y mi mail? ¿Cómo es eso de que escribes y no ME escribes? Kjkjkj... por si no andabas hasta el copete de intolerancias egocèntricas..

3:24 PM  
Blogger Jorge Pedro said...

ya ven a méxico.

5:12 PM  

Post a Comment

<< Home