Thursday, September 16, 2004

Gajes del oficio

Tengo dos visitas en casa. Una de ellas es seis meses mayor que yo, la otra seis. A los tres nos une, además de entes microscópicos que se confunden entre la materia sanguínea, un lazo especial, mágico me atrevería a decir. Y es precisamente en afán de proteger y respetar treinta años de incondicional cariño que no me he podido asomar a estas páginas negras de manera diaria, meta que me propuse desde que me dio por mostrar estos intestinos al público. Pero supongo que así es esto de quitarle el envoltorio a un pedazo del alma para colgarla en un mercado sin nombre: en ciertas ocasiones habrá varios compradores interesados, en otras ninguno y en las más escasas el mercader simplemente se sienta a contemplar cada rincón de la plaza con sus triques en la mano, indeciso en levantar el puesto por la tarde, la noche o simplemente dejarlo para otro día. Y es que a veces es necesario permitir que los camellos se alimenten y los míos, por el momento, no dejan de pastar… gajes del oficio, supongo.

1 Comments:

Blogger Javier said...

Te llevo cuatro meses ... ¿eh? . No te rejuvenezcas impunemente.

8:46 PM  

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