Monday, September 06, 2004

Talán talán

La cena de hoy: Revolución a la sal y un par de cervezas. La causa: Una película llamada Young Adam. Los protagonistas: Una mexicana, dos vascas y el que ahora escribe. La discusión: La barbarie que el género masculino lleva cargando en los genes, factor indiscutible por el cual la humanidad se ha transformado en carroña anticipada de lo que pudo ser. Nadie lo duda, nadie discute. El culpable directo, in situ: Un tal Joe Taylor (Ewan McGregor), individuo con cara de palo, escasos escrúpulos y un “amigo” al que le es imposible quedarse quieto dentro de los calzoncillos. ¿La salvación?: Las mujeres al poder, “hasta lo dijo Robert Smith en una entrevista”, nos recuerda la vasca con una mueca. Las otras dos mujeres: “Sí, sí, todo sería distinto, todo sería mucho mejor”. Mi cabeza: “Oh no, tal vez tengan toda la razón pero, C.J., recuerda sólo dos cosas antes de hablar. Te repito: Sólo dos cosas, dos "pequeñísimos detalles" que no puedes ignorar al momento de plantear tus argumentos, mismos que por más que quieras explicar con santos y señas te arrojarán irremediablemente al paredón de los machistas, pero que igualmente no puedes pasar por alto: a) Bien te lo decía tu padre y los padres, ya que los años permiten mirarlos desde otra óptica, suelen guardar cierta verdad en lo que afirman: A los hombre se les mide del cielo a la tierra, a las mujeres del cielo al infierno. B) Dos palabras: Margaret Thatcher. ¿Lo digo? ¿No lo digo? ¿Lo digo? ¿No lo digo?". Y empiezo: “Bueno, para mí las mujeres al poder, el matriarcado, pues…” Entra señorita conocida con delantal igualmente identificable: “¿Qué les traigo?”. Justo a tiempo, cambio de tema, respiro, respiro, respiro, ufff, ufff, ufff… Regresa una voz, la mía: “Bueno, pero actúa bien el Ewan McGregor, ¿no?”…
Nunca había dado propina a una mesera cargada de tanto afecto.

1 Comments:

Blogger Jorge Pedro said...

¡Ja!

9:43 AM  

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