Madruguete
Hoy lo primero que hice al despertarme, hace unos minutos, fue ponerme sobre la báscula: Peso menos. Me miro al espejo y las ojeras no mienten, ni tampoco el pelo sin brillo, las uñas deslavadas y la piel seca. Me parezco a Dirk Digler (Boogie Nights) luego de meterse treinta y pico rayas de coca, o a un Syd Barrett trasnochado, pero no el de ayer, bueno fuera, sino al de ahora. El que, más que vivir, sobrevive como vegetal y contando las horas y las moscas que pasan zumbando a sus espaldas y las flechas que lanzan los indios en un lugar donde, en la realidad y por lo regular, no existen indios. Además, me encuentro más pálido que Jack White a medio invierno y mi voz es como la de Germán Robles luego de rodar tres días seguidos El Vampiro y aguantar el trote a base de whiskis con hielo.
Ya sé lo primero que me dirán todos, desde el primero hasta el último con quien me queje. Que soy un dramero de lo peor, que soy más esquizofrénico que un mariachi suicida, que a todos se nos juntan las cosas del trabajo de cuando en cuando (incluso con exámenes en lenguas extranjeras).
Me da igual. A mí esta sensación de que mi alma salió anoche de mi cuerpo sin mi permiso, y que todavía no vuelve, no me la quita nadie... dije nadie, no nada, que para este tipo de situaciones es que luego existen las canciones... y a eso, precisamente, luego de poner un puntito final a este espejo roto, es a lo que voy.
A cantar, pues.
Ya sé lo primero que me dirán todos, desde el primero hasta el último con quien me queje. Que soy un dramero de lo peor, que soy más esquizofrénico que un mariachi suicida, que a todos se nos juntan las cosas del trabajo de cuando en cuando (incluso con exámenes en lenguas extranjeras).
Me da igual. A mí esta sensación de que mi alma salió anoche de mi cuerpo sin mi permiso, y que todavía no vuelve, no me la quita nadie... dije nadie, no nada, que para este tipo de situaciones es que luego existen las canciones... y a eso, precisamente, luego de poner un puntito final a este espejo roto, es a lo que voy.
A cantar, pues.
6 Comments:
Tuve la sensación de haberte visto en el concierto de Café Tacvuba... pero luego de leer este post y ver lo apretado de tu agenda, creo que no eras tú.
A ver si nos vemos un día de estos!
Fake Plastic Trees, por fa, no?
¡Ah, Chuy querido! Leí tu descripción y me imaginé tu figura como fantasmal. Ojalá regrese pronto tu alma y tu ánimo y tu risa y el brillo en tu pelo y en tu mirada.
¡Ese Chuy! ¿Esa descripción física tuya es fidedigna? ¡Qué barbaridad! No cabe duda que el sano ejercicio de la escritura lo llega a chupar a uno cual bruja.
Agradezco tu reciente presencia en mi blog y sobre lo de mandarte un cheneque vía e-mail lo veo medio complicado, hay que cambiar la configuración ¿No quieres mejor un alushe?
Gracias por poner mi blog de porquería en los contactos de tu site de altura...
¡I´m not worthy!
¡I´m not worthy!
El Poto.
Es un honor, Chuy querido, contar con tus palabras. ¿Sabes? Eso del consolador en uso suena interesante, lo malo es que no da besitos. De ser así, ¡LO COMPRO!
Otro gran beso desde la ciudad- congal.
Escribí algo sobre un mariachi suicida, y luego me metí a google para ver si a alguien ya se le había ocurrido. Así que llegué aqui. Saludos de otro mexpatriado
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