Tuesday, September 26, 2006

Morirás Lejos

José Emilio Pacheco lo escribió hace mucho. Lo recuerdo constantemente. Hoy más que me vestí de pesimismo y que río con las ganas de un desahuciado, y que ni siquiera cuento con el tiempo suficiente para llorar a palabras:

"Antiguos compañeros se reúnen,
somos aquello contra lo que luchamos,
a los veinte años".

Hoy sé que moriré lejos.

Friday, September 15, 2006

A una semana...

Luego de una semana en México he pasado, entre otras cosas, por esto:

Un trayecto ida y vuelta Satélite-Tlalpan y, como para ponerle luego la cereza al pastelín luego me aventé un Satélite-Polanco –también ida y vuelta- en hora pico (aunque seamos sinceros, ya prácticamente todas las horas podrían obedecer a tal descripción).

La nada agradable contemplación de 34 Close-Ups de López Obrador, 47 de Calderón y 25 de Fox.

Diez minutos leyendo en un TVNotas una entrevista a Chuchito (ex Chiquilladas), en la que éste confesaba que cuando era niño le entraba a la coca con una gula que habría ruborizado a Drew Barrymore.

El retraso de mis dos maletas, perdidas o en Londres o en Nueva York o en Berlín. La primera llegó cinco días después y la segunda nueve.

Cincuenta minutos en llamadas (de los que solamente pude hablar siete) a British Airways México y otros setenta a Mexicana para, claro, conocer al menos el paradero de mis maletas. Nunca logré que al menos me dieran dicha información.

Dos horas de “algo” de Campeones (no recuerdo el nombre). Telenovela del tipo niña-rica ama a basurero pobre y boxeador que transmite TV Azteca. ¡Yiiiisus!

Media hora de un The E True Hollywood Storie sobre Paris Hilton (me sentí orgulloso de poseer su porno-video-home).

50 horas investigando en Internet sobre James Bond (incluso tuve que tragarme tres veces la biografía de Timothy Dalton).

Tres ataques de pánico y unos trece de pequeña ansiedad.

Avistar las imágenes de muertos, muertos y más muertos escurriéndose por la televisión.

Atestiguar que hay Starbucks en cada esquina, siempre y cuando no se halle un McDonald’s o un Domino’s o un Sanborn’s o una tradicional taquería.

Terribles dolores estomacales, agruras, acidez y una inevitable desconfianza hacia el próximo taco.

Constatar que los perros mexicanos, a diferencia de los alemanes, sí ladran.

Unas tremendas ganas de regresarme.

Unas tremendas ganas de quedarme.

Friday, September 01, 2006

Manual de Readaptación

No es chisme: Estaré en México durante un periodo de cinco meses. De hecho faltan solamente unos días para que los de British Airways me obliguen a depositar mi frutsi alemán en un basurero antes de subir al avión. Si bien, como leí El Testigo, de Juan Villoro, y además estoy al tanto de los terribles efectos que puede significar el retorno a casa luego de un autoexilio de tres años, ando preparando un manual de readaptación para la otrora llamada Ciudad de los Palacios. Para tal efecto, sin embargo, agradecería que algunos de los amables lectores capitalinos de este post se animasen a corroborar o desmentir parte de la información que, vía e-mail y llamadas telefónicas, he compilado de distintas personas (algunas anónimas) en todo este tiempo. Algunos datos me hacen temblar de miedo, pues entre otras cosas se me ha comunicado lo siguiente:

- Que hay una banda de fayuqueros en Puebla que – con el obvio contubernio de las autoridades- secuestra a los “niños bien” para luego llevarlos a una casa en donde los someten a orgías narcosatánicas (esto quiere decir mucha sangre y mucho sexo) de tal crueldad, que a su lado Charles Manson y secuaces quedan como principiantes. (¡Ay mamachita!).

- Que los conocidos como AMLOÍSTAS se comen a los niños (¡chale!).

- Que en cierto tipo de reuniones y para no herir susceptibilidades, es mejor que me guarde cierto tipo comentarios como decir “Opus Gay” o “Millonarios de Cristo”(supongo entonces que mi costumbre de cantar "Santo Niño de Atocha" en lugar de "Now you do what they told ya!" en Killing in the Name, de Rage Against de Machine, tampoco les sería de mucha gracia).

- Que el locutor radiofónico conocido como “Rulo” se cree el John Peel mexicano (mmmm...).

- Que los Zoe o Zoé (nunca lo he sabido bien), son algo así como los nuevos Caifanes.

- Que en Tepepan, posiblemente mi nuevo barrio, hay bastante más cosas que esos antiquísimos restos humanos conocidos antropológicamente como “El Hombre de Tepepan” (Sí, ya sé que a veces sale a flote mi pasado Sateluco... C’est la vie).

- Que, por más que he cruzado los dedos y rezado a deidades de todo tipo, desde mayas hasta teutonas (incluyendo al gran Thor, por supuesto) porque no suceda, al parecer al parecer habrá una nueva temporada de RBD (los había esquivado tan bien hasta ahora, Scheiβe!).

- Que en nuestro país no se consiguen discos de Micah P. Hinson (y yo que quiero el nuevo ¡ya!).

- Que mejor me vayan a recoger al Aeropuerto en balsa, por aquello de las lluvias que están cayendo.

- Que "El Sistema" fabricó la noticia de los náufragos para distraer la atención de la población con respecto al terrible clima político que aún prevalece. (Piensa mal y acertarás, dicen).

- Que más me vale renovar mi “slang”, porque palabras como “chido”, “chale”, “está cañón” y “¡ah caray!” ya no se usan (difícil cambiarlas a estas alturas. Además, por mi parte lo único que prohibiría al país entero sería decir “¿estás de acuerdo?”. ¡No lo soporto!).

- Que varios del circulito éste de blogueros se han reunido para conocerse personalmente (eso sí que está de terror, pero avísenme a la otra).

Por lo pronto esto es lo que recuerdo. Aquí los espero pues, con pluma en mano.