Tuesday, June 21, 2005

5 Frases para invocar al desamor en verano

Últimamente llevo una buena racha musical. Será acaso que otra vez la sopa de notas se ha convertido en el mejor antídoto para la melancolía y el tedio, a las que tanto les da por confundirse, incluso me atrevería a decir que son como una pieza de dominó, o las dos caras de una misma moneda, o las dos orejas de un futuro sordo… en fin. También puede deberse a una desesperanza deslavada que flota en el aire y a la que ni siquiera se le puede ver bien, como si eligiera para flotar aquella hora que alguien me dijo que era conocida como “la hora 0”, y que se da cuando no es ni día ni noche y los búhos salen a buscar ratones y los traileros desvelados se vuelcan en las carreteras en todo el mundo. Otra cosa que se me ha ocurrido es que la culpa más bien la tiene esta Barcelona sin lluvia y tanto noticiero que anuncia la peor sequía en años. De seguro no seré el único que posee la brillante idea de llorar todo lo llorable y sin parar desde algún punto alto, de tal forma que las penas atoradas puedan servir de aliviadoras de bochornos. Pero como estoy seguro de que mi propuesta podría causar catástrofes contrarias e icontables cantidades de ahogados, me conformo con sacar al sol 5 frases que personalmente he humedecido, algunas tras dolorosos minutos y otras en meses o años o de continuum, y que quizá calme la insolación de algunos. Se trata de cinco frases, insisto, y son mis favoritas para invocar al desamor en verano... porque en verano, sin duda, también se llora.

5. “All the love gone bad, turned my world to black, tattooed all I see, all that I am, all I´ll ever be…” Black, Pear Jam.
4. “I disappear in you, you disappear from me”. So Cruel, U2
3. “One is the loneliest number that you´ll ever do”. One, Harry Nilsson
2. “If I could be, who you wanted, all the time”. Fake Plastic Trees. Radiohead
1. “And you could have it all, my empire of dirt”. Hurt, Reznor/Cash

Tuesday, June 14, 2005

Cinco (Seis) Conclusiones a Media Semana

1. Lo mejor del nuevo disco de Colplay es el epílogo de la tercera canción, White Shadows. Todavía no sé si lo prefiero al de Politik, tan insoportablemente sublime; eso sí, el de Karma Police, de Radiohead me seguirá toda la vida, al igual que el de Hello Goodbye de los Beatles.
2. El jueves, viernes y sábado próximos iré al festival Sónar, mismo que mantiene la premisa de ser “el más orgánico” de todos (entiéndase como orgánico al hecho de que los instrumentos convencionales han sustituido en buena parte a las computadoras). Confieso que hasta ahora la música electrónica no ha logrado seducirme del todo, si bien, ésta será la mejor ocasión para coquetearnos con éxito o dejarnos de hablar para siempre. Así de radical soy de vez en cuando.
3. Hace mucho no escribo aquí y eso no me gusta nada. No solamente porque mantengo a la espera a los amabilísimos lectores de mis tripas, sino también porque al dejar ciertas cosas atoradas, las nauseas vuelven y se manifiestan de las maneras más extrañas, a modo de intensos ataques de nostalgia o una sensiblería que se me antoja demasiado ridícula: el otro día me sorprendí a mí mismo a punto del llanto con una película de Meg Ryan… ¡por favor! Conclusión: Ya no debo dejar tanto tiempo para sacar la plancha de disección. Promesa.
4. Vuelvo a Coldplay: El próximo domingo los veré en Berlín. Espero que allí, mientras respiro acompasadamente en una nuca y Chris Martin aporrea el piano, aparezca, ahora sí de forma oportuna, esa sensiblería que me ha robado la nariz exageradamente respingada de la Ryan.
5. No hay nada más patético que sacar conclusiones de mañana, mientras se bebe un zumo de melocotón con uva.
6. Bueno, sí lo hay: decir zumo en vez de jugo y melocotón en lugar de durazno.